miércoles, 7 de marzo de 2012

Las pomas de esencias

A finales del siglo XIV y sobre todo a lo largo del siglo XV, el concepto de higiene fue tomando cada vez mayor presencia entre las clases sociales, propiciado por el hecho de que la Iglesia dejase de considerarlo un acto de idolatría, y empezase a asociar la limpieza del cuerpo a la limpieza del alma y la pureza del espíritu. Sin duda, los brotes de peste que asolaron Europa en las centurias finales del Medievo, también concienciaron a la población de la necesidad de mantener cierta salubridad.
  El baño era todo un ritual destinado a las clases pudientes, que no sólo incluía sumergirse en grandes bañeras o cubetas, sino también embadurnarse de todo tipo de perfumes y ungüentos. Sin embargo, el baño no era una constante diaria, ni siquiera entre esas clases privilegiadas.
No obstante, existían artilugios destinados a mantener esa limpieza del cuerpo y su agradable olor el mayor tiempo posible. Entre ellos se encontraban las llamadas pomas de esencias.


Poma de esencias. Francia, siglo XIV. Plata nielada. Musée du Louvre, París.

El nombre de poma procede del francés pomme (manzana), y recibían este nombre por su aspecto redondeado y por el hecho de que se abrían en varias partes, asemejando a la forma de una manzana y de sus gajos.
Estos objetos contenían en el interior de sus compartimentos perfumes, ámbar, musgo, y a veces incluso hierbas curativas. Estaban pensadas para llevarlas siempre encima, colgadas del cinturón o de una pequeña cadenita al cuello, listas para abrirse y aspirar los aromas que portaban.
El hecho de que se llevaran siempre a la vista, hizo que se convirtieran en un símbolo más de ostentación para las clases pudientes, y se empezaron a realizar en materiales ricos, con motivos cincelados, e incluso decoradas con piedras preciosas.
La idea de la limpieza asociada a la pureza de espíritu, llevó a que en ocasiones estas pomas se decorasen con motivos religiosos y que incluso pudieran albergar en su interior la figurita de algún santo. Con el paso del tiempo incluso se llegó a perder el sentido higiénico de estos objetos, y la mayoría de las pomas se convirtieron en pequeños relicarios portátiles, albergando pequeñas reliquias en sus compartimentos.

Poma de esencias ornada con figuras de santos y con una figurita de santo en su interior. Alemania del Norte o Renania, finales siglo XV. Plata parcialmente dorada, esmalte. Bayerisches  Nationalmuseum, Munich.


No pensemos que las pomas eran objetos destinados únicamente a las clases ricas, sino que su uso era generalizado entre las distintas clases sociales; eso sí, la riqueza de los materiales empleados variaba según los estamentos.  Tampoco debemos considerarlos objetos femeninos, puesto que eran lucidos tanto por hombres como por mujeres. De hecho, existen retratos de importantes personajes públicos del norte de Europa que se hicieron representar luciendo estos objetos, ya que simbolizaban el orden moral y la higiene que debían representar en su posición social.

Lucas Cranach el Viejo (1472-1553) - Retrato de John Frederick, el Magnánimo, Elector de Sajonia, 1531. Musée du Louvre, París.

Más información:

Le bain et le miroir. Soins du corps et cosmétiques de l’Antiquité à la Renaissance. París, Gallimard, 2009.

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